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¿Cuáles son los instrumentos a utilizar para realizar una estrategia financiera en una empresa?

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¿Cuáles son los instrumentos a utilizar para realizar una estrategia financiera en una empresa?

Por estrategia financiera se entiende un conjunto de decisiones que una empresa ejecuta en el ámbito de la inversión, la financiación y la política de dividendos. Estas decisiones influirán en la futura estructura económico-financiera del balance, como en la rentabilidad y en la liquidez de la empresa.

Las mejores empresas utilizan a su favor las finanzas y sus instrumentos, en definitiva, plantean una estrategia, planifican, disponen de sistemas de información fiables y gestionan sus finanzas.

Instrumentos fundamentales de la estrategia financiera de una empresa

Los instrumentos de los que se vale una buena estrategia financiera y que deberían preocupar al empresario implementar para ejecutar su gestión son:

  1. Una adecuada contabilización. Es importante que los datos de la contabilidad y sus movimientos, estén introducidos en su partida correcta y en fecha. Suele ser una práctica habitual entre los profesionales que trabajamos con empresas efectuar una revisión de la contabilidad debido a que en demasiados casos nos encontramos con más errores de los que serían deseables. Una contabilidad con errores, con independencia de otras derivadas fiscales o legales, no ofrece una adecuada visión de la empresa y por tanto, impide tomar decisiones acertadas.

2. Los sistemas de información. Para tomar buenas decisiones se debe disponer de información valida y debería estar volcada en un buen sistema de información. La intuición y el conocimiento del negocio por parte del empresario puede ser útil, pero no es suficiente para gestionar una empresa en un entorno como el actual, competitivo y volátil. 

Los sistemas de información inadecuados suelen estar relacionados con una contabilidad deficiente, por tanto, la correlación de este punto con el anterior, es bastante directa. Afortunadamente, en la actualidad existen buenos ERP’s y a precios económicos que facilitan disponer de sistemas bastante buenos incluso en empresas con pocos recursos. 

3. La planificación financiera. La toma correcta de decisiones debe contar con una adecuada planificación. Ello implica estimar un marco económico-financiero en el que deseamos estar en el medio y largo plazo temporal (de 3 a 5 años). Para modelizarlo será necesario realizar proyecciones financieras que reflejen las decisiones económicas a ejecutar y permitan estimar la magnitud y composición de los activos y pasivos de la empresa, su cuenta de resultados, su rentabilidad y su capacidad de generar recursos en dinero efectivo.

4. El presupuesto económico. El primer año de la proyección financiera del punto anterior, se articulará en un presupuesto económico. En los años sucesivos, y antes de finalizar cada año, se deberá realizar un nuevo presupuesto anual adaptado a las proyecciones financieras y a su previsible evolución, corrigiendo además las desviaciones detectadas. Por tanto, se trata de definir los planes económicos en el corto plazo y situarlos en una planificación con un horizonte temporal de unos años. Junto al presupuesto, se debería introducir un control presupuestario y de gestión que permita identificar todo lo que no funciona como habíamos previsto y establecer las correcciones necesarias para enderezar la situación.

5. La gestión financiera en el corto plazo. Entender las implicaciones económicas y financieras de una gestión de existencias, cuentas a cobrar y cuentas a pagar (los economistas lo llamamos necesidades operativas de fondos o NOF) es esencial para disponer de unas finanzas saludables. Sin embargo, son conceptos poco trabajados en muchas empresas. 

El crecimiento de los negocios lleva cambios en las anteriores variables que si no son bien entendidos pueden afectar de manera muy negativa a la liquidez de la empresa. Así, unas mayores ventas con plazos más largos de cobro, o acumular existencias sin venta prevista a corto plazo por haber conseguido un buen precio de compra, son decisiones que aparentemente pueden parecer positivas para la empresa. Sin embargo, se debería analizar con detalle cómo influyen estas decisiones en la situación de las NOF, para no encontrarnos con sorpresas desagradables.

6. El diagnóstico financiero. Muchas empresas no realizan un diagnóstico periódico y a tiempo. Lo más parecido suele ser una reunión anual con el gestor en el segundo trimestre del año posterior para analizar por encima los resultados del año anterior. El diagnóstico debería ser utilizado por las empresas como un procedimiento anual de “chequeo” de salud económico financiera. Un análisis anual y temprano (en el primer trimestre), permitiría conocer los puntos débiles de la empresa en materia económico y financiera, y ofrecería una mayor capacidad de maniobra ante situaciones difíciles.

Atención, además, porque la nueva ley concursal 16/2022 de 5 de septiembre presenta como una de sus novedades la necesidad de establecer en las empresas mecanismos de alerta temprana que pretenden predecir y alertar de síntomas de deterioro y desequilibrio empresarial. Cada empresa habrá de disponer de su propio sistema de alertas que permita anticiparse a estas situaciones negativas. Por lo tanto, este será un punto a tener en cuenta por los empresarios a futuro y muy posiblemente esa consideración de un diagnóstico anual pase a tener una periodicidad mas corta atendiendo a la situación de la empresa.

7. El presupuesto de tesorería. Esta herramienta nos informa con anticipación de cuánto dinero vamos a necesitar y en su caso cuanto nos “sobra” y en qué momento. Este conocimiento nos sitúa en una posición de gran ventaja. La tranquilidad con que podemos afrontar la gestión si conocemos cuando vamos a necesitar dinero y en que importe, la posibilidad de obtener financiación en las mejores condiciones al poder negociar la misma con anticipación y con la tipología de líneas más adecuada y en plazos correctos y, en su caso, de cuantos fondos excedentes contamos para realizar inversiones temporales y/o permanentes que hagan crecer a nuestra empresa. Este es un elemento critico.

8. El análisis de los proyectos de inversión. Conocer la viabilidad económica y financiera de los proyectos de ampliación y mejora que emprendemos, el valor que aporta una nueva inversión, la forma cómo vamos a financiarla o si podremos ser capaces de llevarla adelante o no, de todo esto trata este punto. Ampliar fábricas, adquirir nuevas naves industriales o maquinaria y otros proyectos de inversión, son actividades que demasiadas veces no se valoran adecuadamente ya que no se ha realizado un análisis correcto de las implicaciones económicas, financieras, de rentabilidad y de liquidez del proyecto de inversión.

9. La negociación con aportantes de capital (accionistas y/o prestamistas). En la actualidad existen numerosas entidades, además de los propios socios, que pueden ofrecernos financiación, bien sea como accionistas o como prestamistas. En todo caso, se deberá negociar con ellos y la mejor manera de hacerlo en la máxima igualdad de condiciones es estando preparados, buscando un entorno de búsqueda de beneficios mutuos, de transparencia y de respeto mutuo. Se debe preparar una estrategia y buscar tanto a la mejor entidad como el “producto” que mejor responda a las necesidades e intereses de la empresa.

Sobre los anteriores instrumentos puedes encontrar más información en diferentes entradas de nuestro blog, como:

¿Cómo puedes hacer una buena previsión de tesorería en una empresa?

Proyectos de inversión de empresa: problemas y soluciones

Hagamos un presupuesto anual de empresa

El balance de situación y la importancia de su comprensión

Y si tienes cualquier duda al respecto de cómo articular tu estrategia financiera o de cualquiera de los instrumentos anteriormente mencionados no dudes en contactarnos.

Paco Subias

Escuchar – Planificar – Hacer – Controlar – Ajustar

 

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